Ciertamente la piel sensible es uno de los problemas más comunes que existe, y puede afectar a cualquier tipo de piel. Además es complejo y también tiene varios tipos de variaciones.
Sobre todo, la piel sensible es impredecible. Puede mostrar manchas rojas, picor, ardor, espasmos y, en casos más graves, pequeñas heridas en cualquier momento del día.
Esto se debe a que este tipo de piel tiene una mayor tendencia a la sensibilidad. Sin embargo, esta condición puede ocurrir con cualquier tipo de piel, desde la más seca hasta la más grasa.
Causa de piel sensible

En primer lugar, la barrera física de la piel ayuda a retener el agua, siendo una barrera protectora. Cuando esa barrera se debilita, su capacidad disminuye. En consecuencia, puede inducir o agravar la sensibilidad y el malestar de la piel.
Además, está el microbioma de la piel, que también brinda protección. Esta barrera está formada por bacterias, hongos y otros microorganismos que se encuentran en la superficie de la piel. Los atacantes pueden desequilibrarlo en caso de sensibilidad cutánea.

También existen otras causas:
- Vascular: cuando las paredes de los vasos sanguíneos se debilitan debido a factores externos;
- Ambiental: picazón o ardor causado por el viento, aire seco, exposición al sol, calor o frío excesivo y contaminación;
- Procedimientos dermatológicos: la piel puede reaccionar a la aplicación de ingredientes poco tolerados, además de jabones muy astringentes o tratamientos ácidos;
- Atopia: es una tendencia hereditaria en la que la persona desarrolla manifestaciones alérgicas;
- Enfermedades de la piel: la rosácea y la dermatitis pueden inducir sensibilidad cutánea.

Sobre todo, también existen situaciones atípicas que conducen a pieles sensibles. El primero de ellos, sin duda, es el cambio de estaciones. En invierno, por ejemplo, debido a la falta de humedad, y con la disminución del consumo de agua, la piel se vuelve más sensible.
Además, el embarazo también puede ser una especie de desencadenante del problema. Esto se debe a que causa muchos cambios en el cuerpo debido a cambios hormonales. Y, ciertamente, la piel no está libre de ella.
Síntomas

Sobre todo, los síntomas de la piel sensible son:
- Manchas rojas en la piel;
- Prurito en la región irritada;
- Ardiente;
- Tirón;
- Irritación;
- Formación de heridas en casos más graves.
Tratamiento

Primero, se recomienda suspender cualquier producto que cause molestias o ardor. Además, seque suavemente la zona afectada y evite la fricción con la ropa, toallas y exfoliantes.
También es importante evitar los baños calientes y demasiado vapor en el baño. Disminuir el consumo de alcohol, pimientos, café y comidas picantes.
Sobre todo, use protector solar con un SPF de al menos 30 y un amplio espectro. También use jabones neutros sin parabenos, fragancias, alcohol o cualquier otro tipo de sustancia reactiva.
Recuerda que las cremas hidratantes reducen la irritación, además de restaurar la barrera cutánea. Es importante volver a aplicar durante el día, especialmente cuando estás expuesto a un clima muy extremo, como el calor o el frío.
Finalmente, para reequilibrar el microbioma, es interesante que el producto también proporcione una acción prebiótica, es decir, que proporcione alimento para la proliferación de bacterias beneficiosas en la piel, y así fortalecer la segunda protección natural de la piel.
Curiosidades

Las personas con piel sensible también pueden tener rosácea. Es una enfermedad crónica de la piel de origen desconocido. Deja el rostro más sensible, con manchas rojas y otros síntomas más agravantes, según la afección, como la formación de nódulos e irritación en los ojos.
Además, las personas con piel sensible pueden afeitarse con cierto cuidado. Cuida cómo limpiar la zona a manipular, elige el mejor método de depilación y termina con un producto calmante, como agua termal.
Por último, se recomienda evitar los baños calientes. Prefiera siempre el agua en temperatura tibia o fría sin tomar demasiado tiempo en la ducha. De esta forma, es posible prevenir la formación de manchas rojas y sequedad en la piel.
Mitos y verdades

Primero, dicen que quienes tienen piel sensible no pueden tomar el sol. Este es ciertamente un mito. Todo el mundo puede exponerse al sol, con moderación y el uso de protector solar.
También afirman que cualquier persona con piel sensible necesita hidratar su piel constantemente. Esta afirmación es cierta. La hidratación es la palabra clave para mantener la piel sensible suave, tersa, sin manchas rojas, alergias y descamación.
Finalmente, dicen que la piel sensible no puede realizar una limpieza profunda de la piel. Esto es un mito. Quien tiene piel sensible puede hacer una limpieza profunda de la piel, pero con cierto cuidado.
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Fuente: Derma Club ADCOS
Imagen destacada: MS