El agua es definitivamente esencial para la supervivencia humana. Sin embargo la novedad es que el agua caliente también tiene su importancia. Primero que nada, es muy común usar agua caliente en compresas, seguro que has oído hablar de ella. ¿Pero sabes cuándo usar la compresa caliente y cuándo usar la fría? te lo explicamos.
Compresa fría

La compresa de agua fría es ideal después de caídas, golpes o lesiones en las articulaciones, siendo recomendada en las primeras 48 horas posteriores al evento. Básicamente, en la mayoría de los traumatismos, golpes o esguinces, algunos vasos sanguíneos se rompen, por lo que se filtra sangre e hinchazón. Pero la compresa fría hace que estos vasos se enfrenten a la temperatura fría y, por lo tanto, tengan espasmos, contrayendo y disminuyendo el flujo sanguíneo.
Además, el método también alivia el dolor, ya que el hielo también actúa como analgésico. Sin embargo, la compresa de agua fría debe usarse con cuidado en las extremidades, como los dedos, la nariz o cerca de las vías nerviosas superficiales, como el lado interno del codo o el lado externo de las rodillas.
No es recomendable utilizar hielo durante más de 12 minutos ininterrumpidos. Entre una aplicación y otra, se debe tomar un intervalo de al menos diez minutos.
Compresa caliente

Antes que nada, ya digo que nunca debes usar una compresa caliente ante una lesión aguda. Esta compresa es ideal para situaciones infecciosas, como aquellas en las que hay inflamaciones con formación de pus. Además de aliviar el edema y los hematomas que se formaron después de un traumatismo no tratado en 48 horas.
En resumen, el calentamiento estimula la circulación y relaja los músculos. Por tanto, la compresa de agua caliente actúa sobre el cuerpo como relajante muscular. Está indicado para dolores de espalda, tortícolis y cólicos menstruales.
Sobre todo, es sumamente importante señalar que esta compresa no se puede utilizar durante un tiempo excesivo, para que no se produzcan quemaduras, o en zonas del cuerpo menos calientes, como la cara, el dorso de las manos y los pies.
Cuidado
Ambas compresas proporcionan alivio, pero se necesita mucho cuidado ya que ambas pueden dañar la piel. Sin embargo, si se usan correctamente, los beneficios de estas alternativas son muchos.
Beneficios del agua caliente
1- En el baño

Desde hace milenios, un baño de agua caliente proporciona varios beneficios para la salud. En la antigua Grecia, por ejemplo, el baño caliente se considera terapéutico para la mente y el cuerpo. Sin embargo, fueron los romanos quienes más se preocuparon por convertir el baño caliente en un evento, construyendo baños públicos donde cualquier ciudadano pudiera disfrutar.
En Europa se ha vuelto común tratar diversos trastornos, la gripe y la retención de líquidos con el baño de agua caliente. Especialmente hoy en día, muchos solo toman banhi caliente, ya que la práctica se considera relajante.
2- Alivia los dolores de cabeza

El agua caliente ayuda a dilatar los vasos sanguíneos, mejorando así la distribución de la sangre y aliviando los dolores de cabeza.
Si el dolor de cabeza está relacionado con la presión causada por la sinusitis, por ejemplo, el agua caliente también puede ayudar, ya que el calor y el vapor ayudan a despejar las fosas nasales.
Entonces, en este caso, no cuesta nada intentarlo, solo tome una ducha tibia y luego descanse.
3- Alivia el dolor muscular

Como se mencionó anteriormente, la dilatación de los vasos sanguíneos aumenta el flujo sanguíneo, lo que también puede ser extremadamente beneficioso cuando se trata de dolor muscular. Entonces, en los casos de dolor muscular, la sugerencia es tomar un baño caliente o colocar una compresa de agua caliente en el lugar del dolor.
4- Abre los poros

El agua caliente hace que los poros de nuestra piel se abran, permitiendo así absorber más nutrientes de los productos hidratantes que utilizamos y facilitando la liberación de sustancias infecciosas y microorganismos que pueden estar presentes en nuestro organismo.
5- Exfolia la piel

El vapor de agua también ayuda en la exfoliación natural de la piel, eliminando las células muertas y eliminando las principales toxinas, como la suciedad y los residuos del producto.
6- Alivia los cólicos

Según estudios científicos, el uso de compresas o bolsas de agua caliente en la región abdominal inferior puede reducir los cólicos menstruales. Esto sucede debido a la capacidad vasodilatadora y de relajación muscular que tiene el agua caliente, ayudando a reducir los espasmos musculares que aumentan el dolor y mejorando la circulación sanguínea en la región pélvica.
7- te ayuda a relajarte y a dormir bien

Definitivamente no hay nada mejor que dormir después de una ducha caliente. El calor hace que el cuerpo envíe una "señal" a nuestra mente de que es hora de descansar. Así que en los días de estrés o incluso en casos de insomnio y ansiedad opta por darte un baño de agua caliente nada más ir a dormir.
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Fuentes: Drauzio Varella Fasterm